Eduardo Jiménez J.
ejimenez2107@gmail.com
@ejj2107
Pongamos un ejemplo.
Supongamos que existe una empresa de zapatos que aprovechando que sus zapatos son los más vendidos en todo el país, sube sus precios, elimina a la competencia, impone precios a sus proveedores, bloquea la distribución de la competencia o compra sus empresas y controla mercados. No importa que existan otras empresas de calzado, pero esta (la mala de la película) aprovechando su situación dominante en el mercado se aprovecha y abusa de la misma.
Textualmente la norma (Dec Leg 1034) señala que se ejerce abuso de posición de dominio cuando “…un agente económico que ostenta posición dominante en el mercado relevante utiliza esta posición para restringir de manera indebida la competencia, obteniendo beneficios y perjudicando a competidores reales o potenciales, directos o indirectos, que no hubiera sido posible de no ostentar dicha posición”.
En otras palabras, te dice que si eres una empresa fuerte, gigante, pero que no abusas de tú fortaleza, normal, no pasa nada; pero si aprovechas de tú fuerza y poder ahí si te cae Indecopi. Algo así como esos chicos grandulones y fuertes con los que tuvimos que lidiar estando en la escuela. Si no abusas de tú superioridad y fuerza no hay problema; pero si te pasas de la raya allí sí agárrate, te acuso con el director.
No es necesario que sea un monopolio (una sola empresa dominante) como sucedía con la Constitución de 1979, sino que tenga un control, un dominio del mercado, y se aproveche del mismo.
La gente a veces tiende a confundir los términos. Puede ser que sea dominante en el mercado, como en el caso de las cervezas en Backus, pero eso no la hace abusar de su posición de dominio. El mercado chelero admite competidores que si Backus quisiera abusar de su posición le sería difícil controlar el mercado totalmente (bueno, lo controla en un 90% o poco más). Igual pasa con el mercado de la leche en tarro. Gloria tiene un 80% aprox del mercado, pero tiene competencia y hay posibilidad de elegir otras marcas distintas a Gloria.
La verdad, en la mayoría de los mercados hay competencia y es difícil que uno solo se posicione usando sus malas artes. Lo podrá hacer por un tiempo, pero no muy prolongado.
Qué mecanismos tenemos para controlar un eventual abuso de posición de dominio.
Básicamente dos. Un control ex ante y un control ex post. Los dos bajo la batuta de Indecopi.
En el primero, el control ex ante, de producirse una fusión de empresas que controlarían el mercado, debe pasar por un visto bueno por parte de Indecopi. El instituto regulador verá si es conveniente autorizar o no la fusión. Es lo que está pasando con el mercado de la distribución de energía eléctrica en la ciudad de Lima, donde quedaría a merced de dos empresas chinas que pertenecen … al estado chino.
El control ex post ve la situación posterior al hecho. El instituto regulador verificará que la empresa dominante no abuse de su posición de dominio y de abusar algunas “soluciones” son multa (que dicho sea son un saludo a la bandera), la división de la empresa, el tener distintos propietarios en la cadena productiva, incentivar el ingreso de nuevas empresas.
Esta última medida (el incentivar nuevas empresas) es bastante útil. Se demostró con la venida de nuevos operadores en telefonía cuando Movistar (ex Telefónica) tuvo el monopolio por algunos años de la telefonía fija y móvil, imponiendo precios y condiciones. El organismo regulador (Osinergmin) atrajo nuevos operadores, y la competencia benefició al consumidor.
No todas las posiciones de dominio devienen en abuso. Generalmente una empresa que tiene mucha competencia, por más que quiera no podrá aprovecharse (por lo menos no totalmente) de su posición de dominio. En otras ocasiones, sí.
