lunes, mayo 08, 2023

LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA PARA DUMMIES

Eduardo Jiménez J.

ejimenez2107@gmail.com

@ejj2107

 

Se le ha echado la culpa de todo al capítulo económico de la Constitución Política, como el causante de todos los males habidos y por haber en el Perú, el culpable del atraso, de la pobreza, de la discriminación en nuestro país. Si hubo un huaico es culpa de la constitución económica, si llego atrasado a mi trabajo es culpa de la constitución económica, si mi mujer me deja ídem.

 

Como diría Jack el destripador, vamos por partes.

 

La constitución económica (CE) es como usualmente se le conoce al capítulo que ordena los principios en materia económica. La anterior constitución de 1979 también lo contenía. Y la CE comienza con el modelo económico. ¿Qué es un modelo económico? Es la simplificación de cómo debe funcionar la economía. Nada más.

 

Un modelo es un conjunto de axiomas, premisas, postulados, de cómo debe funcionar la economía, simplificándolo al máximo, quitando lo accesorio. Es como la maqueta de un ingeniero de cómo será el futuro edificio. Para hacerlo habrá quitado todo lo accesorio y se queda con lo importante: cantidad de pisos, estacionamientos, áreas libres, tiendas en primer nivel, etc.

 

En la actualidad existen dos modelos económicos. Uno de economía centralizada, de carácter estatista; y otro de libertad de mercado, donde el estado tiene un rol bastante pequeño.

 

Por los resultados, ¿cuál de los dos ha logrado superar la pobreza, incluir más gente en el sistema y contar con un bienestar material a la población? Aunque usted no lo crea es el modelo de economía de mercado. Es el que ha podido superar mayormente los niveles de pobreza e incluir a más gente en salud y educación, sobre todo a los que menos tienen.

 

Los modelos centralizados, estatistas, han sido los que menos resultados han obtenido. La gente no sale de la pobreza, es más, aumenta en niveles, y por lo general los más jóvenes emigran en busca de nuevas oportunidades. El caso más emblemático es Venezuela con 7 millones de personas en la diáspora.

 

Dicho sea, ninguno de los países de la órbita del “socialismo del siglo XXI” ha logrado remontar la pobreza y nivelar los desequilibrios estructurales entre pobres y ricos. Ni Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Cuba, Argentina, menos Bolivia (que acaba de echar mano a los fondos de pensiones porque se acabó la plata del gas) pueden decir que tienen niveles óptimos de bienestar material entre su población.

 

El modelo nuestro es un intermedio de economía de mercado o si se quiere economía de mercado atenuado, porque el estado interviene de una u otra forma. Regulando la economía, cobrando impuestos a los que más tienen o distribuyendo en especial entre los de menores recursos. Tiene intervención. No es un modelo neoliberal como dicen sus detractores.

 

¿La CE es solo el modelo? No. Tiene un conjunto de principios y candados que regulan la economía. Son principios económicos elevados a norma constitucional. ¿Por qué? Para que sea más difícil su cambio, ya que de quedarse solo en ley cualquier congreso en los 30 años que se encuentra vigente los hubiera cambiado sin asco.

 

Un ejemplo de candado es la restricción para crear nuevas empresas públicas (ver entrada Las empresas públicas para dummies). Y de principios, la libre competencia. El estado fomenta la libre competencia y sanciona los abusos de posición de dominio. (Otro día comentaré sobre ese tema).

 

¿Por qué entonces tiene mala fama la CE si solo son principios?

 

Por un lado, faltó mayor explicación didáctica de lo que es la CE. Que la gente común lo comprenda. Dile a alguien que opine sobre el abuso de posición de dominio y difícilmente lo va a entender. Igual pasa con otros principios, son muy técnicos para el común de la gente. Y si alguno cree que en el curso de Cívica en el colegio te lo van a explicar es como creer que los olmos dan peras. Vamos, no seamos ingenuos. Ustedes creen que un profesor del Fenatep o del Sutep va a explicar las bondades del modelo.

 

Por otra parte, se encuentra el interés de políticos de izquierda que buscan “cambiar la constitución” que, ante el desconocimiento de la mayoría, satanizan el capítulo económico. Le echan la culpa del subdesarrollo, la pobreza, la falta de oportunidades, y la gente se los cree. Así nació la “leyenda negra”.

 

Para terminar, no hay constitución buena ni mala. La constitución política es solo un conjunto de normas. Lo que le da soporte es lo que se hace (o no se hace) en la vida material. Podemos tener la constitución más perfecta y con todos los derechos incluidos, pero si no hay políticas públicas difícilmente se materializarán. Para la próxima no le vendan gato por liebre y busque más bien a los responsables entre aquellos que prometen el paraíso en la tierra y no hacen nada para obtenerlo... salvo querer entornillarse en el poder.

No hay comentarios.: